Sobre la serie

Effymine es una serie escrita a modo de crónica íntima. La primera temporada (existencialista) duró 22 entregas. La segunda (realista) 20. Esta página y producción es parte del BlogArte de Effýmia: effymia.blogspot.com

lunes, 30 de noviembre de 2009

the FC

Un hombre me trajo de su último viaje una postal en la cual escribió el lema: "Enfrenta el temor y vive tus sueños". El mismo hombre, hace más de diez años atrás, me había sentado en la oscuridad y me había hecho una simple pregunta: "¿Te gusta ser diferente?". Yo aún no había cumplido los once.

En entregas anteriores
: Effy se presenta pero no dice mucho de sí. Escribe sobre su visión de un mundo divido (entre el ser y su representación) y multiplicado (sólo la representación), sumado a la existencia de mundos internos que mutan en una extraña conexión con lo que pasa o no sucede en el mundo real. // El problema de este mundo dividido comienza cuando esta mujer y el concepto sobre esta mujer son totalmente distintos. // Estás sola. /

Hoy, Entrega nº4: Ser diferente. (the F Country)


La mujer dividida entre su existencia (única) y su concepto (múltiple), con su mundo interno que fluye y se conecta con el mundo real en el cual vivimos, no tiene un nombre, pero podemos llamarla de una manera: Elizabeth.
Para mí siempre hubo una clara diferencia entre ser única y ser diferente. Una persona única lo es sin necesidad de comparación con ninguna otra persona, es una virtud.
Ser diferente, en cambio, es ser algo por contraposición, es una cualidad que no es propia de la persona, sino que se adquiere en comparación con un otro. Nadie es diferente sin un otro. Y ser diferente puede ser una virtud, pero también puede ser un defecto.
Para Elizabeth, en su infancia, no existía tal diferencia entre una palabra y otra, porque lo único que solía reconfortarle de sentirse tan distinta al resto del mundo era que si lo era lo era en consecuencia de ser única o viceversa. No por ello se llenaba de orgullo - aunque eso pareciera -, de hecho muchas veces anhelaba no sentirse diferente con sus pares. Pensarse única era sólo un consuelo, bastante inútil en un sistema de hormigas.
Los conceptos tales como el amor, la diferencia, lo normal, el miedo, etc., a diferencia de las personas (que sí existen), no se encuentran divididos entre el ente y su representación, sólo existe su representación, que es múltiple, infinita y variada. El amor no es amor en sí, es algo para Elizabeth, y es otro algo para otra mujer, y otro algo para otro hombre. Ser diferente tampoco es lo mismo para todos.
Elizabeth, que primero debía consolarse de sentirse distinta pensando que era una virtud, ahora puede dejar de engañarse, porque entiende - según su concepción - dónde radica su diferencia, que poco tiene que ver con la diferencia que sabe que los otros creen ver en ella.
Si un hombre le preguntase hoy si le gusta ser diferente, ella le preguntaría a qué se refiere con "diferente", porque sabe que esa palabra representa para ella algo distinto al concepto con el cual este hombre formula su pregunta.
Elizabeth ya no tiene diez años.