Sobre la serie

Effymine es una serie escrita a modo de crónica íntima. La primera temporada (existencialista) duró 22 entregas. La segunda (realista) 20. Esta página y producción es parte del BlogArte de Effýmia: effymia.blogspot.com

sábado, 11 de diciembre de 2010

Episodio 4

En la mejor de las cirunstancias
Cinco años atrás, cuando mis padres se separaron, mi padre ocultó que había una otra. Había alquilado un departamento y me dio las llaves del mismo para que vaya cuando quiera tal como si fuese mi casa. Una noche volví y las llaves no entraban porque las había dejado él puestas del lado de adentro. Toqué el timbre y no respondía. Escuché música, no estaba solo, y no me abría. Volví a casa triste y mi madre lloraba, nos enteramos del desengaño en nuestras tristes maneras.

Hoy, Entrega nº26: Resumen de Septiembre a Octubre: "EN LA MEJOR DE LAS CIRCUNSTANCIAS"

Desde el momento en que Elizabeth se reconcilió con su padre, encontró en él un pilar de bienestar, a tal punto que ha repartido sus pertenencias para algunos días de las semanas vivir también con él en su departamento, igualitariamente de como lo hace e hizo con su madre.
Fuera de eso, todo lo demás parecía abandonarla o exigirle el abandono.
La facultad, aquel espacio donde podía ser ella, fue tomada, y con ello ha perdido la rutina de transitar las aulas con su identidad femenina, y ha dejado de recibir ese estímulo que la salvaba.
El trabajo se volvía más insoportable e imposible de dejar: A su jefe no lo trataba de otro modo que con desprecio a cambio de una comprensión inacabada, y al Sr H lo evitaba. Pero ni el desprecio ni el ninguneo parecían suficientes para despedirla, entonces tuvo que rogar por que buscaran otra persona antes que la situación - ya irreversible - acabara con ella.
El médico le hizo unas nuevas recetas, y como aún no existe la ley de género en Argentina, la obra social no cubre los altos costos del tratamiento.
"Todo pinta ser dificil, y cualquier camino que tome promete ser peor."
Entonces Elizabeth volvió un día a lo que creyó también su casa, y la llave no coincidía más con la cerradura, la cual el padre cambió sin previo aviso ni explicación convincente.
Y el Sr H la llamó para decirle que ya encontraron otra persona para reemplazarla, entonces a fin de mes se despedirían, y dejaría de verlo.
Y Elizabeth tomaba un té pensando de dónde sacar entonces el dinero que necesita, y qué va a hacer con su tiempo, si ya no va a tener trabajo, ni el apoyo que necesita del padre, ni la facultad... y cómo va a vivir sin ver más al Sr H?
Entonces la madre se sentó frente a ella, y le pareció el momento oportuno para dar a entender que es hora de que se vaya también de su casa.
¿A donde irás?¿Qué será de ti, hija ingrata? Este es el mejor momento para que te pierdas, este es el mejor momento para que te encuentres. Porque si te perdés no va a importarte, y si te encontrás hay esperanzas en que te salves.
Ni tu mamá, ni tu papá, ni la facultad, ni un trabajo, ni el arte, ni el Sr H tienen la capacidad de hacer que te mantengas sobre tus dos piernas y sigas adelante... sólo vos, sólo vos.
Y si todo te abandona, no te abandones.
Elizabeth... ¿en qué estás pensando? ¿Te vas a perder, o te vas a encontrar?

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