Promesas
Hoy, Entrega nº29: "PROMESAS"
¿Recuerdan a esa mujer dividida entre su ser y su representación, que debía luchar para eliminar la distorsión que había alimentado entre una y otra? ¿La recordás? Es una mujer sin nombre que había nacido adelantanda a sí misma, y quien entonces también debía luchar para eliminar la distorsión de un tiempo inexistente. Bien, lo está logrando. Ha luchado durante todo el 2010 y ha dejado de ser su propio secreto. Ya no se esconde tras ese escudo humano, ahora puede experimentar lo que antes le era distante. No tiene ninguna protección, pero es suficientemente fuerte para defenderse ella misma, y decirnos: "Sí, yo tengo nombre".
Ya no mira el reloj, ahora mira el espejo. Ve sus pechos, pinta sus labios, se prueba qué usar para salir a la calle. Empieza con ropa negra, luego blanca o gris, y recién ahora se anima esporádicamente a un rojo o un verde. Compra una nueva agenda y hace el recuento de lo que anotó en la anterior. ¿Cuántas veces lloraste, Elizabeth? ¿Cuántas veces te sentiste feliz? El balance le parece positivo. Encontró algo que había escrito en la última hoja cuando se la había comprado hace un año: "Recordá: hasta lo malo es bueno!".
Luego se pinta las uñas de los pies y se pregunta a sí misma si este nuevo año llorará más, si seguirá creciendo, si se mandará muchas cagadas. Lo que sí puede pronósticar son varios inicios. Elizabeth lo está preparando, se está preparando a ella misma. Este año Elizabeth se marcha. Algunos dicen que empieza una nueva vida en un nuevo país, ella dice que continúa su vida en su país de nacimiento. Iniciará nuevamente una carrera, hará nuevas experiencias. ¿Estará sola? Se marcha sola. Y el año está lleno de promesas, cruzará el océano ansiando que sea la última cruz, el último cruce. Ya no habrá forma de ver al Señor H, lo olvidará. ¿Lo olvidará? Él la olvidará si no se la cruza.
Esta mujer que dice tener nombre, olvidada, en el exhilio, con un idioma distinto, lejos de todo lo que conoce, tiene esperanza de que este nuevo año mínimamente prometa ser tan productivo como el que terminó. Sí, el año promete ser eso. A fin de cuentas, el 2010 sólo fue un calentamiento, un entrenamiento para lo que tendrá que vivir... y vivirá.
Elizabeth, ¿dónde quedaron tus miedos? No los encuentro. Dejá, no los busques, así estás bien. Vos también prometés algo bueno. Oye, mujer, no sé si alguien te quiere realmente, pero seguro que si alguien se atreve no se va a arrepentir. Decinos la verdad, ¿porqué te vas?¿cuándo?
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