En entregas anteriores: Elizabeth Mía nació en 1988. // Sólo vestida de hombre siente la aprobación del mundo, así que vestida de hombre enfrenta otro día. // ¿Te gusta ser diferente? // El secreto de Elizabeth debería ser que nació con pene. // En este mundo, divido y multiplicado, con mundos internos, y relaciones complejas, y conceptos errados, una mujer se transformó en su propio secreto. // "Estoy lista." // Su verdadera identidad es tan secreta que su existencia pende de un hilo, y ella necesita gritar: "¡existo!" // Sabe lo terrible, el peligro. // Nadie sabía que estaba viva hasta este momento.
Hoy, Entrega nº15: Los falsos finales. (the ABC ends in F)
Constantemente proyectamos falsos finales... pensamos en dónde pasar fin de año, de qué recibirnos, con quién pasar nuestras vidas... Nos ponemos metas, imaginamos aquel momento de ser completos. Yo, por ejemplo, muchas veces pienso que voy a ser feliz el día que tenga mi propio bar, ¿pero eso es todo? ¿Realmente ese es el día?
Lo más absurdo sobre esta representación sobre los desenlaces, es que la vida no es ficción, y aunque así fuese, ¿realmente Blancanieves fue feliz por siempre? ¿Qué pasó después del casamiento? ¿La habrá engañado el príncipe con otra o le era fiel pero pésimo en la cama? Además, ¿porqué la historia termina ahi? ¿No pudo terminar antes, con que Blancanieves muerde la manzana y simplemente se duerme? ¿Porqué se decidió que el final era en ese momento y no antes o un par de años después cuando tenía hijos?
Si te lo ponés a pensar, esa elección se puede aplicar a la vida real. ¿Cuántos finales tuviste y cuántos aún te faltan? Tu vida terminó de tantas maneras que ni te diste cuenta porque seguís con vida, y la vida no es más que una sucesión de posibles finales ficticios.
El final de Elizabeth también puede elegirse. Puede terminar el día que decidió morir, o el día que no lo logró. Puede terminar tal vez en la clínica psiquiátrica. Sí, me gusta eso: Elizabeth termina loca, pasando año nuevo en el encierro. Podríamos quedarnos con ese final y que ahí termine la novela, pero pasaron dos años ya, dos años en los cuales Elizabeth estuvo afuera, rearmó su vida, tomó distancia de su padre y de las mentiras. Dos años en los cuales Elizabeth creció. Ahora la historia puede terminar en el día que decidió vivir, y lloró en brazos de su madre pidiéndole ayuda. O el día en que finalmente consiguió turno con el médico que puede ayudarla. Pero sigue. ¿Dónde terminarás, Elizabeth?¿Te prostituirás?¿Serás feliz?¿Te amará el Señor H?¿Te amará alguien siquiera?
Faltando poco para año nuevo, otra vez Elizabeth puede oír a lo lejos la voz de una mujer ordenándole que levante su copa. No, Elizabeth no levantará la copa, no seguirá ordenes de nadie. Marca el celular y espera ser atendida. Del otro lado su padre se queda callado unos segundos tras una pregunta: "¿Querés pasar conmigo año nuevo?"
Elizabeth quiere vivir finales mejores. El padre acepta.
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