El Final
Te ibas a ir para Abril y no te vas, tal vez partiste en otro modo.
El Joven P abre sus brazos mirando de frente a medio mundo y cierra sus ojos para sentir la otra mitad al cual inevitablemente da la espalda. De sus brazos las plumas empiezan a desprenderse consecuencia del viento, y entre el viento se esconde Elizabeth en forma de brisa, quien le desprende una de sus tantas plumas, por lo cual él no la percibe. Ella recorre su cuerpo inútilmente entre otros vientos.
Viaja sin dejar de ser una brisa hasta el Joven Q quien intenta fotografiar una cortina moverse ante su llegada. El Joven Q captura la imagen invisible de Elizabeth pero no la captura a ella, entonces ella recorre sus labios inútilmente ya no como brisa sino como aire, y como aire viaja a donde el Señor H.
No lo encuentra. No sabe si quiere buscarlo.
Elizabeth es aire y se eleva.
Despierta. Ya no es viento ni brisa ni aire, es nuevamente ella.
Camina al espejo y ya no necesita atravesarlo para verse.
No es invisible, aunque nadie la vea. Sonríe.
Finalmente menstruó, la sangre cae suave entre sus piernas.
Trata de caminar hasta su cama, y lo logra mientras sigue sangrando.
Su piel se vuelve pálida, empieza a sentir mucho frío. Piensa si hay calor en el mundo para ella.
La sangre sigue corriendo, está menstruando ya no el año entero que le precede, sino la última década.
Piensa que es feliz, y que morir feliz es una bendición.
Ella es nuevamente la brisa con la que soñó, sólo que ahora la escoltan las hijas del aire.
"No hay tiempo para buscar amor en tu pasado, - le dice una de ellas - no viajes hasta él, él no te quiere."
Elizabeth no quiere hacerle caso, entonces la otra le ofrece un último deseo. Elizabeth recuerda que no había nada que deseara para sentirse completa.
"Quiero que él sea feliz".
Ahora sí, ella se vuelve espuma de mar.
FIN
