Sobre la serie

Effymine es una serie escrita a modo de crónica íntima. La primera temporada (existencialista) duró 22 entregas. La segunda (realista) 20. Esta página y producción es parte del BlogArte de Effýmia: effymia.blogspot.com

sábado, 25 de diciembre de 2010

Episodio 6

Cruces
Al sentarme siempre fui de cruzarme de piernas. Charlando siempre fui de cruzarme los brazos. Siendo judía siempre deseé cargar una cruz en el cuello. Un día que fui muy feliz, crucé la calle sin mirar ansiando que me maten.

Hoy, Entrega nº28: "CRUCES"

El año ya está terminando, y fue un año con movidas importantes, pero desde el momento en que Elizabeth dejó su trabajo, las movidas fueron más rápidas, más atropelladas, más difíciles de ordenar.
Su mundo femenino, donde nunca hubo otro hombre más que su padre, su jefe y el Señor H, ahora no tenía a ninguno de los tres, entonces aparecieron hombres por doquier en su remplazo: los hombres de la calle que de pronto notaban su extraña existencia, los hombres de internet, un hombre mayor que desde España la quiere y la cuida con palabras de chocolate, un fotógrafo que parece la versión mejorada del Señor H (idóneo para hacer transferencia de todos los sentimientos y así no extrañarlo tanto), el empleado del otro lado de la ventanilla que se animó y la llamó para invitarla a su casa un viernes por la noche.
Hacía un año se imaginaba este momento, donde ella miraría triste por la ventana en dirección a donde el Señor H esté según la hora del día y extrañarlo.
Dos veces buscó cruzarlo por la calle sólo para paliar el dolor y no ansiar tanto a su nuevo reemplazo. Las dos veces lo logró. El primer cruce fue patético, Elizabeth no pudo despedirse, jamás pudo despedirse, no quería despedirse del Señor H, no aún. El segundo cruce fue más relajado, se sonrieron y fueron correctos. Elizabeth se preguntaba si él sospecharía que los cruces no eran casuales, si él terminó de entender al menos una décima parte de lo que le sucedía con él. ¿Cómo preguntarle? ¿Para qué necesitás saberlo, Elizabeth? Él no va a amarte. ¿Quién entonces? ¿Un hombre de 60 que se dejó bautizar por vos como "Mi boludito hermoso"? ¿O ese boludito hermoso que te saca fotos y a quien llenas la cara de besos por no besarle la boca? ¿O te amará el que te invitó a la casa con la excusa de hablar de los astros y terminó desvirgándote los labios, y a quien crees un verdadero boludo?
Tal vez debas entender que no hay hombre capaz de amarte y que elija hacerlo.
Y Elizabeth hace cruces en su cabeza, cruces que tachan aquello con lo que sueña que le pase, y tal vez algún día tenga suerte, y de tantas cruces que haga logre un tres en línea, y gane algo. Mientras tanto, mientras no ganás, no te pierdas.
Se termina un año y empieza otro. Temamos a las y los próximos cruces.


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