Sobre la serie

Effymine es una serie escrita a modo de crónica íntima. La primera temporada (existencialista) duró 22 entregas. La segunda (realista) 20. Esta página y producción es parte del BlogArte de Effýmia: effymia.blogspot.com

domingo, 17 de enero de 2010

F-yrigth

MIS PRIMEROS HAIKUS escritos hace más de 3 años:
Cuatro de abril / oriente, misma fecha / en occidente
En primavera / se despliegan las flores, / y yo nací.
Es en otoño / donde todo perece, / y yo festejo.
El cumplir lejos / de donde yo nací / me perturbó.
Entre guirnaldas, / a la hora de soplar, / pienso en la muerte.

En entregas anteriores: Una mujer se transformó en su propio secreto. // Elizabeth quiere vivir finales mejores. // Inició un proceso, iniciará una carrera. // Un mismo hecho puede parecer lo correcto desde un lado.  // ¿Qué vas a hacer, Elizabeth? ¿Vas a tratar de no analizar todo sólo desde ese lado donde estás tan sola, donde pensás que lo único que merecés es continuar sola? // "Sé que suena tonto, pero tengo miedo." // Van a pasar cosas buenas y malas, lo importante es que pasen.

Hoy, Entrega nº18: La propia impronta. (F-yright)

El nuevo año se presenta como una sucesión de eventos encadenados sin interrupción (pasados, presentes y futuros). Los días fluyen y Elizabeth puede diagramar en su cabeza los próximos meses como una suerte de puertas que abren y cierran. Aún falta, pero ya piensa en su cumpleaños. Esto antes no sucedía. Trata de jugar a la adivina e imaginarse: ¿seguirá trabajando para ese entonces? Si es así le tocaría trabajar ese día. ¿verá a su padre?¿verá a su hermana?¿organizará algo para sus amigas?¿deberá estudiar para algún exámen? Falta, pero sólo por divertimento Elizabeth imagina situaciones irreales acerca de su cumpleaños. ¿No es extraña la mente humana? Una mujer, harta de ser su propio secreto, que no cree en el calendario, se ata al mismo. ¿Será la necesidad de aferrarse a algo?, aferrarse a alguna esperanza por más irreal que sea. No es así. Ella puede ver su mundo imaginario tornarse más y más real, aunque siga invisible.

Hay un largo camino, nena, recién estás empezando, pero ya se puede percibir, aunque no tanto por los otros, que cada acto, cada decisión, cada momento no está librado a ser consecuencia de una persona abandonada, sino que lleva tu sello, tu impronta.

Elizabeth está armándose, redecorando su alrededor. Poco a poco ella es más y más Elizabeth, y no otra. Comete errores, hace aciertos, pero son de ella. Está respirando, ¡está respirando! Aún está escondida debajo de toda esa piel, de todos esos miedos, de ese prejuicio, pero ya puede sentirse vibrar.

No te detengas, Elizabeth, ya tocaste el fondo de tu interior, es hora de salir a compartir todos aquellos tesoros que encontraste, toda esa mierda que no querés más.

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