Episodio 5

Elige tu propia aventura

Mi hermana no me acepta. Mi madre me acepta hasta ahí. Mi padre dice aceptarme. El hombre que amo no me conoce. Debe ser porque nací en primavera y cumplo en abril, cuando los árboles lloran parte de su vida.

Hoy, Entrega nº27: Último resumen, Noviembre: "ELIGE TU PROPIA AVENTURA"

Desde el mismo momento en que Elizabeth dejó de trabajar, de ver al Sr H, de vivir en lo de su padre, de sentir como hogar la casa de su madre, ya no había excusas ni razón: el cajón sólo tenía espacio para su cuerpo y ella tenía que elegir entre luchar o declararse vencida.
Por primera vez, tras casi dos años desde que exorcisó lo que le sucedía internamente, y lo gritó al exterior, ahora el eco llegaba, podía escucharse, y Elizabeth salió a la calle sin disfraz, algo temerosa.
Algunas personas se le quedaban mirando, en especial los hombres, y si era un grupo de hombres o de jovenes se podía escuchar comentarios o hasta risas complices. Nada de esto la aplastaba, a lo sumo la violentaba.
Elizabeth comenzó a hacer cálculos: necesitaba ropa nueva, y ver cuántos meses más podría costearse los medicamentos antes de conseguir un trabajo nuevo, pero incluso si encontrase un trabajo donde se le pague decentemente, jamás llegaría a poder pagar el tratamiento y además su independencia. La familia ya le había dejado bien claro que aunque la apoyen no puede quedarse.
Los caminos vuelven a ser los mismos que predijo cuando sus miedos la frenaban dos años atrás de ser ella misma: o la prostitución o el suicidio. Entonces de pronto entendió a todas esas chicas que no pueden hacer otra cosa que regalarse a la calle, pero Elizabeth - aunque entienda - no quiere.
"Debe haber una tercera opción - pensó - y si no hay deberé de inventarla."
En Argentina no existe la ley de género, y las obras sociales no reconocen la problemática de las personas trans, por lo tanto la respuesta es ir a un país que lo haga y así poder contar con ayuda del Estado para acceder a su derecho de salud de manera gratuita, y que el dinero que genere en un trabajo decente esté destinado a solventarse.
El destino parece elegir por ella esta vez: Elizabeth... si no querés terminar de puta, volverás a la tierra donde naciste en primavera un 4 de abril, y abandonarás la tierra que amás, y te entregarás al exhilio, y desearás volver de donde vuelves, y la distorsión será nula: si te sentías sola, ahora lo estarás.

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